Algo sucede con esas personas que sin importar lo que hagan siguen teniendo sobrepeso. No son pocos aquellos casos en los que el individuo en cuestión tiene una rutina de ejercicios en el gimnasio que incluye esfuerzo cardiovascular, y como si eso no fuera suficiente, también están siendo asesorados por un nutricionista por lo que su dieta está perfectamente adaptada a sus requerimientos diarios, y todavía así se les hace muy cuesta arriba quitarse esos kilos demás. Puede que todo eso se explique por una enfermedad conocida como “hipotiroidismo”.

Eso último, literalmente, significa “tiroides lenta”. La tiroides es una glándula ubicada en el cuello y que cumple con la función, mediante la producción de hormonas específicas, de regular el metabolismo. Si tu tiroides está lenta, los procesos encargadas de quemar la grasa también lo van a estar y la misma prácticamente no es eliminada. Para despertar la tiroides los médicos recomiendan ingerir moderadas cantidades de yodo y selenio. Son fuente de estos elementos las fresas y el pescado respectivamente. Sabrás que eso está funcionando porque además de bajar de peso estarás menos cansado durante tu jornada laboral.

Otra cosa que es necesario chequear son los niveles en sangre de una hormona llamada insulina y es que si estos se encuentran por encima de los límites considerados normales, tu cuerpo comenzará a actuar como un reservorio de grasa. La misma se va a acumularse en el abdomen, los muslos y las nalgas. Para contrarrestar los efectos de la insulina se recomienda ingerir mucha agua, al igual que practicar ejercicios en donde los principales músculos utilizados sean los del tronco. También resulta indispensable suprimir el consumo de azucares simples debido a que estos suelen inducir la muerte prematura de las células del páncreas que es el órgano que elabora la insulina.