Quienes migran de sus países de origen suelen conservar para siempre un cariño enorme por su tierra. Eso le ocurre al doctor haitiano Henri Ford. Él ha vuelto a su lugar de nacimiento varias veces con un sólo objetivo: ayudar a sus compatriotas. En 1972 sus familia se mudó y él estudió fuera para convertirse en un cirujano pediátrico. Y le ha ido bien, el doctor Ford ahora es el jefe de cirugía del Hospital de Niños de Los Angeles.



Para el terremoto del 2010, Ford viajó a Haití para ayudar en todo lo que fuera necesario. Tomó el primer vuelo disponible y estuvo en las salas de operaciones día tras día salvando gente. Para la primavera del 2015 volvió a su país, pero por otra razón: realizar una compleja cirugía a mellizas que nacieron pegadas por el abdomen. El procedimiento era muy difícil, sin embargo Henri Ford estaba orgulloso de haber sido elegido para la tarea.



Reunió un equipo de médicos y enfermeros estadounidenses y haitianos para que trabajaran codo a codo con él. Llegó al país y en menos de 24 horas Ford ya estaba operando.



Antes de proceder, el equipo médico se reunió y se tomó de las manos para decir una oración. Se encomendaron a Dios y pidieron que las niñas pudieran salvarse… 



La operación duró 7 horas. En el transcurso Michelle, una de las pequeñas, casi muere. Sin embargo el doctor Ford supo estabilizarla y le salvó la vida. No fue nada simple; las menores compartían un hígado y separarlas requería de gran habilidad y suerte.

“Estaban conectadas por el área del pecho, así que tuvimos que extraer un pedazo del esternón; entonces pudimos ver sus pulmones y su corazón latiendo”. -Henri Ford- 

Las menores pudieron salvarse y ahora están totalmente saludables. Deben hacer terapia física para fortalecer sus cuerpos luego de la separación, sin embargo los pronósticos son buenos y todo indica que podrán llevar una vida normal.



“Fue un día muy emocionante; no sólo nuestros preparativos valieron la pena y la cirugía fue un éxito, también un momento para poner la política de lado y celebrar nuestro orgullo nacional”. -Henri Ford-