Se dice que el mejor amigo del hombre es el perro, que nada se compara a ver a tu mascota después de un día de trabajo, misma mascota que te da la bienvenida al llegar a tu casa, moviendo su cola de felicidad. Muchas personas llegamos a considerar a nuestras mascotas como parte de la familia y el que fallezcan es algo demasiado triste.

Las mascotas también sufre cuando se separan de sus dueños, como por ejemplo, cuando el dueño de la mascota realiza un viaje y a deja. A través de un estudio realizado, se pudo saber que los perros también pueden morir de tristeza cuando su dueño fallece o cuando son abandonados, también se ha llegado a saber que estos animalitos también tienen sentimientos hacia las personas.

Pues bien, en este artículo les contaremos sobre un perro llamado Capitán. este es un perro mestizo que perdió a su dueño en el año de 2007, el nombre de su dueño era Miguel. Capitán y Miguel eran inseparables, al morir Juan, Capitán se puso muy triste.

A través del tiempo se pudo ver que Capitán iba diariamente al cementerio a las seis de la tarde y se quedaba sobre la tumba de quien fue su dueño, quedando ahí un buen rato, demostrando de esa forma el amor que sentía hacia Miguel.

La noticia se hizo famosa en su localidad, tanto Miguel como Capitán vivían en Córdoba, Argentina. El caso se hizo tan famoso que el programa de televisión frances que lleva por nombre 30 millones de amigos quiso hacer un programa sobre eso, viajaron hasta Argentina para poder comprobar que lo que les habían dicho era verdad.

Las personas que cuidaban a Capitán comentaron a los medios de comunicación que un día el perro desapareció y no sabían de él nada, de repente descubrieron la rutina ya que iba a visitar a Miguel diariamente y así se la ha pasado durante los últimos años. Esto fue algo que sorprendió a todos ya que el perro logro encontrar la tumba de su amo, lo sorprendente del caso fue que nadie lo llevo hasta ese lugar.

Esto nos demuestra a todos los sentimientos que pueden llegar a sentir estos animalitos que tanto nos aman y a los que también amamos. Casos como el de Capitan y Miguel son realmente sorprendentes porque demuestran el amor que aún siente hacia su dueño a pesar de haber fallecido.