Estas fotos, tomadas pocos segundos después de un parto por cesárea, pueden ser chocantes a la vista, pero esa es la idea.

La serie completa de fotos, llamada “Cesar”, nos muestra una imagen cruda y sin fisuras del proceso del parto, descartando las mantas y cintas habituales para ocultar sangre y residuos.

El fotógrafo, Christian Berthelot, comenzó a trabajar en la sala de operaciones sin saber que resultaría ser un proceso tan complicado.

Durante seis meses, se sometió a un entrenamiento para aprender a trabajar en ambientes quirúrgicos, y comenzó a pedir permiso para tomar fotografías a los propios padres de los bebés: “Lejos de los clichés y lugares comunes, lo que yo quería era mostrar cómo somos todos nosotros cuando nacemos”.

Y es que esas cuidadas imágenes en las que un bebé posa con sus mejillas sonrosadas no reflejan, ni por asomo, lo grotesco y mágico (todo a la vez) de un nacimiento por cesárea.

Leanne:


Chloé:
Kevin:
Romane:


Las intensas fotografías que Berthelot captura, muestran a los pequeños casi como alienígenas -desnudos, gritando y empapados en jugos corporales-, en oposición a las clásicas imágenes publicitarias en las que los bebés parecen llegar al mundo limpios y olorosos.

El artista francés capta a los bebés en sus primeros momentos de vida; en concreto, entre 3 y 18 segundos después de ser extraídos fuera de la matriz.

Como indica el título del proyecto, todas las madres de estos “modelos” se sometieron (y sobrevivieron) a una cesárea; un procedimiento mediante el cual se extrae al bebé a través de una incisión en el abdomen bajo.

Las fotografías resultantes son gráficas y alentadoras, y capturan ese extraño momento en el que el futuro cuelga, precariamente, de un hilo.

Todo en ellas es suspenso e intensidad.

Todas las fotografías son propiedad de Christian Bertelot. Puedes revisar la serie completa en su sitio web aquí. La colección de fotos “Cesar” estará en exposición en el Festival de Fotografía de París, Circulation(s).