¿Nuestra vida realmente nos pertenece? La respuesta a esa interrogante es más complicada de lo que imaginas. Muchos podrían decir “Sí, claro que nos pertenece”, pero la realidad es otra. Quienes somos y hacia donde vamos está más relacionado con los políticos y las empresas internacionales que con nosotros mismos. Ahora seguro te preguntas: ¿Cómo es eso posible? sucede que, al estar constantemente en los espacios que frecuentamos las grandes compañías manipulan nuestra forma de actuar y pensar. Todo es una gran conspiración.

 Cada mañana nos levantamos, desayunamos, lavamos nuestros dientes y nos vamos al instituto o al trabajo. En el primer caso se hace indispensable que pasemos más de la mitad del día escuchando lo que tiene que decir el profesor sobre la economía global, o debemos aplaudir sus extendidos “conocimientos” relacionados con la biología animal y las ciencias naturales.

Supuestamente se nos educa, pero lo que en realidad pretenden en censurarnos, neutralizar la voluntad humana y la capacidad de decir NO. Para comprender esto basta con imaginar algunas de esas películas de ciencia ficción en las que les lavan el cerebro a los personajes principales, pues lo mismo sucede en las escuelas.

Si ya eres un adulto, en la mañana tu único objetivo será llegar al trabajo. En este infernal lugar te vas a encontrar bajo las órdenes de algún superior el cual te hará saber cada vez que pueda que el tiempo es oro y que el propósito de tu existencia es producir para ellos. Viéndolo de esta manera no parece que nuestra vida nos perteneciera.

Recientemente comenzó a circular un vídeo en las redes sociales donde un hombre explica bastante bien cómo el destino de las personas dejó de estar en sus manos para pasar a ser propiedad de la industria.

Mira el Vídeo.